viernes, 28 de febrero de 2020

Cómo atardece cuando es mayo


Hoy martes
Hemos venido a la mesa
De pronto amados compañeros de desgracia
Porque sabemos cuidamos las espaldas
Fugados y traslúcidos cogemos los cubiertos
Noto que finges calma
Noto también que jamás pides ayuda
Por sobre nuestras cabezas
A la pálida intemperie
Salpican todavía llamaradas solares
Hemos amanecido tantas veces aquí mismo
Con los ojos al cielo
Aunque insistas en decirme con las cejas
Que no ha pasado nada
Que son gatos peleando
O que sopla el viento
Siempre buscas convencerme
Como si yo no conociera mis propios pavores
Yo guardián de mis helechos y mi propio barro
Llevo tanto tiempo anclado en esta misma fortaleza
Que he visto sudar inútilmente los amagos
De rescatistas examantes y ángeles
Mientras los puentes arden con cada fracaso
Y las sombrillas giran en el patio
Buscando generar huracanes
Para sentir en la cara
Que de verdad sopla el viento
O son gatos peleando.

viernes, 21 de febrero de 2020

Los hogares del pecho


La nostalgia mueve verdades
que se sepultan a sí mismas bajo un árbol
y para completar el estigma
todas las cavidades de mi cuerpo
parecen entonces invadidas
por remanentes bárbaros

El esgrima continúa mientras callan venerables
corazones de zorro

Hay que ser mudo y ciego cuando atacan
estos zarpazos como frenos a la vida
porque toleran la carne cuando es vulnerable
y sin embargo gustan solo
de bocas y ojos como adornos
en la cara

Así combatí a ratos la nostalgia
extrayendo de mí mismo los deseos de expresarla
eligiendo no ser nunca
maestro de nadie
hasta que la cadena de los años
hizo valer mi derecho a recibir en la columna
las lenguas de fuego con que besan
las estudiantes
el ardor alucinógeno que trae una cintura
al derramarse sola sobre el resto de la carne
y fui adoptando estas ofrendas
bajo mis alas.

Hoy he abierto los párpados
y aun despierto los sueños me rebalsan
llenándome las venas en secreto
pero no hay nadie
a mi lado
será porque en mi pecho
no existen los hogares.

El beso de un Acuario


Incluso la más alta de las dudas
esconde una certeza
lo sé a raíz de graves episodios
en los que ni el retardo emocional congénito
que a ambos nos mata
pudo barrer bajo la alfombra estas montañas
de verdad seca


Hoy es viernes y he venido a despedirme
con el beso de un Acuario
ante las faldas de la misma cordillera
donde alguna vez dudaron
de mi palabra y mis actos

Sé que esta vez será la última
porque en los rostros que me auscultan
muy lejos de la paz de un cirujano
distingo el ademán de despedida
propio de quienes fuerzan una tregua
y yo que nací para la guerra
no tengo otro escenario:
me voy pero me quedo


Es lo que siempre hacemos
quienes nunca seremos bienvenidos


Me voy pero te beso y no recuerdo
cómo es que llegamos
tan lejos a pesar de ya estar muertos
antes de siquiera
soñar con un principio.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Recapitulaciones


Esta mañana
se acabaron
los escondites
así que apártate Amor del árbol
y deja ya la cuenta regresiva
que esta mañana retrocede sola
es como nuestros dolores musculares:
no necesita la ayuda
de nadie


Atrevámonos a recapitular
episodios de letargo en nuestras noches bocarriba
ignorantes y libertos como la saliva en gotas
que arrojan las ovejas cuando balan
cuando nuestra habitación
hacía las veces de parque


La lengua las costillas las hormonas
fueron siempre el antídoto
contra toda clase de pavores
y esta mañana que tenemos la certeza
de eternidad a prueba de relojes
vamos a soltar las ataduras de la granja
dejaremos los arbustos el vestido y la comida
juntaremos el alfil y los peones
para poder decir
que jugamos juegos de grandes


Amor
el ansia que logra retorcernos
por una sola dosis de paz
es como nuestros dolores emocionales:
no necesita el combustible
de nadie.

Mi casa


Mi casa es donde habitan
los monstruos
una vez que la sordera
ha cubierto la cama
con sus tenazas
la transfiguración de cada uno
de estos inquilinos
jamás dejará de asombrarme
por si alguien se toma el tiempo
de llegar aquí con agua o fruta
daré más referencias
es aquí donde los bloques y los árboles talados
asoman con el haz del eterno anonimato
los rostros de sus residentes
son tan felices que logran la fusión
con el resto del vecindario
en cambio
aquí en mi encierro
se objeta cada bocanada en el alféizar
las paredes muestran salmos de índices
apuntándome en levántate y anda
como si fuera fácil ser lázaro
me quedaré entonces despierto
esperando una visita
ahora que por fin pude lanzar
hacia las olas que pretenden
derrumbar mi casa
esta carta en el calor de una botella.

martes, 18 de febrero de 2020

Mi Avispa


de cabellos muy largos
y torso frágil
yo la llamaba Mi Avispa
ella adoraba dormir mientras el monstruo
se retorcía en maromas
salíamos a veces con escudos bien puestos
sobre las cabezas como paraguas
ella tenía pánico al granizo
y así llegábamos
a sentarnos a una mesa y pedíamos
jugo de naranja
nuestra pequeña gran victoria del día
que solía ser la única
Mi Avispa se perdió un mayo grisáceo
y toda la ciudad se hizo su cómplice
ella logró mimetizarse
se fue porque logró sanar
y comencé a estorbarla
finalmente
siempre quedamos solos
los escudos
el jugo de naranja
el monstruo
y yo

sábado, 15 de febrero de 2020

Las hélices


quizá bajo la horca
la sombra de los pies nos haga adioses
cuando dejemos la memoria
secando a golpe de sunset
¿cuando por fin se callarán
nuestras cabezas de ahorcados
porque el sol sanador
aunque sobre las copas de los árboles
nos hizo añicos los ojos
como pacientes amantes de culpables mediodías
fingimos no percatarnos
y tal vez después de algunas horas medicados
la sed no arrastre hacia una palmera
camino al mar de siempre
donde contra el reloj correremos
buscando cercenar la garganta del lobo
que engendra todas las voces
y nos muerde 

lunes, 10 de febrero de 2020

Nuestras estrellas


señalas la estela de nuestra galaxia
para mostrarme que es visible
la consecuencia de cada encarnación
como la cola de un vestido
hagamos silencio por favor
comencemos recordando episodios
que permanecen de pie en nuestra memoria
como antiguos soldados de plomo
y mientras tus uñas se aferran
a mis omóplatos
las estrellas descansan ardiendo en la orilla
bajo la niebla del cambio de estación
ésta es la Vía Láctea
aquí yacen muertas nuestras vidas
son dos medialunas
que se unen en alto
pero no encajan

domingo, 9 de febrero de 2020

Las salamandras


Hora tras hora corre
gotea
el desbalance
sujeta la grieta en mi frente
y ondula su fuego abierto
aquí donde las salamandras
reúnen a toda la especie
para circunvalar una flama

Hoy que estos monólogos
tienden a ser inútiles
y además tienden
puentes colgantes desde mi boca
hacia el vacío de litorales
sin voz ni voto
sujeto una soga entre los dientes
y me columpio.

domingo, 2 de febrero de 2020

Mi testigo


Se columpiaba
voraz pero misántropa
célula que en sí misma
paría multitudes de cabezas
rosarios de palabras en círculos concéntricos
así era su batalla
mientras que las caricias en sus piernas
y su mutismo
actuaban
como el autoconsuelo perfecto
para sus idas y venidas
sentada en el vaivén
como un guardián felino entre las rosas
testigo de las seis de la mañana.