Cuando un lago o un río mueren
Se te da muy fácil cantar canciones de paz
Eres hija predilecta de los pájaros
Que pululan fuera de la catedral como fieles
Devotos del maíz y los trozos de pan
Y ahora ¡tengo tanto miedo! me dices
Como si algún depredador estuviese
Husmeando entre los crucifijos y los santos
Una suerte de felino que caza incautos corazones
Y es que nunca supiste cuándo poner un freno
A tus sueños de lata
Aquellos en que siempre terminas destripada
Del lado de las víctimas
Pero así es Amada Mía
El mundo entero en su coraza de plumas
Un ente fácil de roer e idolatrar
Carne de los hombres que dieron sus vidas
Para que tú y yo estemos aquí pensando
En Ulises y Patroclo y en viejas guerras
Y tú
Siempre a estás a punto de estallar
Cuánto quisiera entonces
Cubrir tu cuerpo con el mío
Contar hasta diez y finalmente
Morderte la boca mientras sé
Que volaremos juntos por los aires.