Tienes que ser abrupta en la sonaja el relicario
a veces sorprendes a bestias extrañas y propias
manifestando gula
hiperactividad a ciegas
diríase eres otra al apropiarte de una atmósfera
por demás hostil pero soportas
las veces de una llaga que circula y se hace honda
en manos y tobillos de costado enredadera
costillas que adivino pálidas al posar mi cabeza
destilas el espanto de las doce
de las cuatro
de las siete cuando van ennegreciendo los semáforos
silencio de estupor y de vaivenes
desnudas el hervor y así nadamos
somos hormigas únicas cayendo del andamio
Pacífico y Atlántico nos tienden
enérgicos sus manos.