Primera visita a casa de Estibaliz

La pálida durmiente

Y
de pronto
ya no eras frente a mí
ni la pálida durmiente
ni un pilar aún en brote
ese día nos miramos
y jugamos a aguantar
a quién le ardía más
a quién le ardía primero
coincidimos en umbral
y una fracción de guiños
nos dejó vernos de frente
ni el marinero alto
ni la pálida durmiente
por fin las sílabas tónicas
de tu nombre y de mi nombre
se volvieron ruido blanco
por fin estos dos cuerpos
de la pálida y el alto
conservaron el color
al desnudarse
y
de pronto
dejamos de ser extraños.

Los sentidos

Más que los brazos buscan
el abrazo
vuelan de dos en dos
son los sentidos
a adueñarse del tiempo
y el espacio
con la sed de quien fuga
desasidos
separados del cuerpo
              menos uno.

Arrullos

Los ojos
aquí abriéndose
anticipan el dominio de la boca
para engullir silencios
proyectarlos
sobre el tedioso arrullo

Yo solo quiero canción de cuna
despertarme con el lado derecho
de la cara
marcado por la funda de la almohada
ergonómica
y que ya no me duela la espalda.

Héroe

Bajo la capa
del héroe duermen
sus salvadores.