miércoles, 30 de septiembre de 2020

Éramos peces


Se va agotando el agua

y emergen los sedientos

andando ya en dos patas

directo a los sudores de la frente y el calvario

que es heredar las riendas de la Tierra

volverse responsables

recolectar manzanas / el poder de los colmillos


La nueva desnudez nos hace bestias

nos hace sentir dioses


***

Ser hombre erguido en tropas

trajo con sus escudos

el envalentamiento de los pechos

y el amedrentamiento de los peces

que prefirieron el comfort de sus lagunas

y hoy miran desde pozos cada vez más vacíos

cuánto nos alejamos sus hermanos a bastones

de buscar géiseres


A veces he mirado a mis hermanos

frotar ramos de leña con ahínco

propio de quienes velan por el fuego

antes de conocer sus colosales propiedades


Y ya que no conocen aún la chispa

viven libres del miedo a ser quemados


***

Yo voy callando

sorbiendo la garúa

y añoro en la meseta

cuando nadie está mirando

la infancia dulce y fresca

allá donde buceábamos en arcos

montando el espectáculo invisible

del agua y las aletas.

martes, 29 de septiembre de 2020

Tu vida que comienza sin recuerdos es el lienzo que yo tanto anhelaba


A tus anchas

Giras en caderas y en las ondas del cabello

Los aretes de campana te relamen las mejillas


Apenas comienzas la vida

No sabes nada y la ausencia de recuerdos

Te vuelve invulnerable


Eres dueña absoluta de la ignorancia

Que tanto anhelo / para mí mismo


(Seré contigo / tábula rasa)


Hasta las ruinas de una ciudad que muere

Te arrancan risas nerviosas

Me conduces amorosa y zigzagueante

Por un puente de madera que yo siempre

Vi repudiable

Y hoy se balancea con el arte

Del coma y los orgasmos


No podemos contenernos / no podemos ver a nadie

No sentimos la vergüenza de jardines ni el Mar Muerto


Amamos ser fantasmas

Y nadie nos conoce cuando andamos

Probando entre la selva / de citadinos ciegos

Las uvas y el melón y los refrescos

Tu cuello

Mi barba

No podemos contenernos y luego

De tocarnos los cuerpos bajo la ropa

Lamemos nuestros dedos en un taxi


Abro la boca en tus pezones

Nuestras lenguas / nuestros dientes

Por siempre insatisfechos se deslizan

Colman el aire / de olor a celo


Por la vereda roja / te veo luego

Adelantar el paso

Con el ritmo inesperado de una nueva danza a ciegas

Cargando fruta bajo el brazo

Apartándote el cabello de un soplido

Siendo mi alivio y mi comfort entre las piernas


Andamos muy hambrientos

Tragamos nuestros azúcares

Mutuamente ensalivados

Para luego / vomitar peces

Beber el agua tibia que nos salta de frotarnos

Aprietas como solo algún abrazo

Al borde de los puentes logra asir al ave sola

Para exprimirle vida / ardor / y leche


Hoy vamos

A ser / temblando / seres vizcosos

Para seguir abriendo puertas / estrujando

Dejar correr la sangre por las dunas y canales


El puente vibra / hoy nada es deleznable ante mis ojos

Perdí la vista y la cabeza / solo quiero

Que nos demos mutuamente aquella muerte que germina


Ya puedo sentir hojas

Rompiendo de tu vientre cada piso entre la roca


Veo a los árboles

Y me doy cuenta

De que jamás antes los había mirado

Tú me los regalaste / de a saltos pequeños


La ciudad y la naturaleza / son solo estorbos

Si tú no me conduces a través de sus ladrillos y sus células


Ahora sé que puedo

Abrir los ojos

E incluso alzar el vuelo que soñé como las aves

Y no caeré en la roca

Sino que nos deslizaremos

Nuevamente muertos de hambre

A continuar hundiéndonos la carne

Sin ninguna vergüenza por las calles y las tiendas


El Universo con todas su letra

Y sus seres inútiles

Se va por fin desvaneciendo.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Nuestra casa nueva entre unos árboles enormes


Hoy martes veintisiete de agosto
acabamos de quitar el último
plafón antiguo de los techos
(no combinaban con tu amor
adolescente
por el rosa pálido)
esas cúpulas de vidrio burbuja
infladas con la boca
que tú llamas arañas
bocarriba son melones que me irradian
cuando estoy solo en la cama
rojos centella en pánico
por todo el cuerpo
(y es más potente cuando saben
que no estás cerca)

Acabamos nuevamente
de tender ropa lavada sobre el árbol
(siempre una rama generosa nos estira
sus dedos
y así no tenemos
que levantarnos)

La rutina quiere
volverse escama
quiere secarse y arrastrarme hacia su pozo
de arena
pero tu carne
fresca
sana siempre esta malaria
te toco y vuelvo a la placenta
a los ardores
que me hinchan las venas
tú fuiste
siempre mi fruta
entusiasta con la brocha y el martillo
y cada despertar de bocas agrias somos otros:
los indoloros
del espejo

(En nuestras fotos somos tan Hollywood
que nadie sospecharía nada)

Ni las arañas nuevas
ni el martillo
ni la ropa
son capaces de calmarnos
las hormigas bajo el hueso
las úlceras
ni los dientes destemplados
toda aquella azul labor de obrero
no es más un calco de lo que hacen los otros
los vecinos
los extraños
aquellos que nuestros padres
nos pedían que fuéramos

Por eso
nos dedicamos
a montarnos y escalarnos hacia adentro
tanta fricción en los cuerpos
hasta hacer arder las cáscaras
carne viva en llamaradas entre el arco
de las piernas
y el oler a entraña roja
(y la sangre y la saliva y otra dosis
de aceite
y de vuelta
a la semilla)

A veces
incluso hoy martes veintisiete de agosto
encuentro cierto alivio
en dejar todo abandonado
sobre una silla
y ya no quiero que te esfuerces
y no quiero algún día aburrirte
y no quiero escucharme ni leerme
a mí mismo mañana
y ya no quiero
sobre todo
conocerme a mí mismo
porque jamás
ha sido un gusto.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Otra carta


que andas acaso
lo suficientemente cerca
como para oír un ladrido
enreda esta carta entre tus piernas
mientras corres
yo fingiré perseguirte
haré que mis dientes brillen
como colmillos
aunque sean aún de leche
no correrás tú
peligro alguno:

Bajar de los árboles
jamás fue tan difícil
para los hermanos de carne
aquellos que posamos un pie después del otro
cuesta arriba
y fuimos confundidos desde abajo
con los dioses
o gladiadores
siendo simples mortales
alfeñiques macho y hembra sin mayores libertades
que el anónimo desfogue
y el correr alucinados por los parques
mordiéndonos la vergüenza
de estar desnudos como reyes timados
por el ingenio del padre de nuestros padres
y así como temblamos
hoy me sujeto
quisiera ser más águila algún simio o un insecto
para hincar las hojas
y no caerme

Pero
si caemos
lo haremos juntos

(A veces me he sentido tan cobarde
por el ansia de salvar mis propios huesos
que olvidé desearte el mismo beneficio
la transmutación soñada
mientras abajo
el vacío de millones de cabezas
nos aplaude).

domingo, 13 de septiembre de 2020

Todo el armamento


Cuando se apaga la antorcha
todas tus lenguas
se vuelven quejas de alguna pesadilla
inconfesable a la llegada de los amaneceres
no por falta de confianza
sino porque nada recuerdas
y despertaremos
como siempre
a redescubrir la pólvora

Aspiras
con el ansia de los polluelos
a lo mismo que yo espero:
a ser tabula rasa
por eso
el abrazo
nos viene tan denso
y por la ventana del cuarto
se va la migraña
y regresa a golpearnos
con su quijada

(Siempre nos halla
desprevenidos)

Así es nuestro patrimonio
Compañera Mía
no será mucho
ni muy placentero 
pero es todo el armamento
que tenemos.

martes, 1 de septiembre de 2020

Me dices que no debo temer


De pronto
arden gotas en los poros
es la metamorfosis
levantarse / sacudirse de las hostias
la vergüenza inculcada
porque ante mi caída de espaldas
a mano propia
me dices que no debo
temer al hombre
que soy ahora
que aunque no quiera
seré siempre

Yo solo puedo 
andar de lado como los cangrejos
tú sin embargo me acompañas
parece nulo en ti el efecto de la horca
la hoz y el estallar de mis pulmones
me dices
que nada de eso es un problema

Hoy solo quiero
abrir la caja de música en el pecho
y aunque tienes pavor a las agujas
yo sé que miras dentro
más hondo que el hueso
te pido que muerdas

Hoy no tengo tu espalda resignada
en sus omóplatos
ni en la palidez del pelo
sino los brillos cálidos del fin de un invierno
en tu caminar hacia mi sombra / mi hogar
donde marcamos la rutina del reencuentro
ambos con la cúpula del miedo
por sobre nuestras cabezas

Yo no puedo
escribir una carta de amor
sin que el terror al hombre que soy
y siempre seré
vacíe sudores sobre el agua
de esos que yo veo
envenenar
a todos los peces

Pero sí puedo
decir
Amor
aun con el grito del papel y la pantalla
el caos / la lucha libre

Yo sé
que la palabra queda
así salga vomitando todas sus letras.

La cena


Entre el más hondo Amor
Y la Fiebre
Estrujan mi intestino hoy lunes 31:
El deseo de Muerte
Y el dolor sanguíneo
Las dos catapultas que me lanzan cucharadas
Flamas a las velas de todo el candelabro
Entonces 
Solo con los ojos
Yo te pido auxilio
Y tú me preguntas
Si he cenado todavía
Como si acaso el hambre jugase
Algún papel
Aun secundario
En esta historia.

Soldada

Los colores viran
Tu cuerpo al lado
Son enclenques emociones de luz

Lamemos nuestras venas
Camuflaje
Saliva que cura
Allá por la meseta donde vamos
A acariciarnos las sienes agotados
Después de cada impacto

A ti
Soldada
Te mareaba
Todo aquello que no fuera
Escala de grises

Jamás comprendí tu amor por los relaves
De horas extintas
Acaso regresión hacia otras urnas
De cielos que no viviste
Ni probaste

Pero cuidado
Ese amor tuyo por lo clásico
Te hacía bajar la guardia
Te hacía jirones
Fui feliz
Gracias

Qué otro deseo
Podría yo pedir
A la batalla.