Tú no haces nada con los regalos que la naturaleza
Nos da por lástima
Permaneces quieta en tu amable burbuja
Las consignas con las que llenaste tu pecho
En tu afán adolescente por cambiar el mundo
Inspiran a morir joven
Y dejar un hermoso cadáver
Por eso
A estas tres y cuarenta y cinco a eme
Con la sed en los ojos y los oídos dispuestos
Yo quiero abrirte el alma y sanar tu cáncer
Así
Caminaremos sobre el lago construyendo un puente colgante
Entonces vendrán de vez en cuando nuestras tristezas juntas
A mordernos las bocas los pechos y los espíritus
Pero a veces andas a tientas en el cuarto
Con una espina en la mano
Blandiéndola contra mí
Y una modesta margarita insignia al lado izquierdo de tu pecho
Mientras yo fantaseo con el día
En que desenladrillaremos los muros
Untaremos con aceite de cáñamo nuestros cuerpos
Llenaremos de aire puro así la casa
Sin piedad alguna hacia fantasmas y parásitos
Ya todas las ventanas han sido abiertas
Amor:
Nos espera un invierno de granizo en las cabezas
Pero yo estoy tranquilo
Porque dentro de todo
A pesar del vendaval existe un orden.