domingo, 30 de diciembre de 2018

Retrato de Artemisa con lanza



Tienes entre tus manos
la firmeza de la euforia y en la estática
dos pechos resignados entre el sueño y la sonrisa
la espalda erguida
como cuando éramos extraños auscultándose
únicamente con los ojos
la piel de escarapela
atreviéndose apenas
al habla

Un día sin planearlo descubrimos
cómo arde la pintura entre los dedos
los derrames de la témpera grumosa sobre el márnol
yo era tus brazos y tú eras mis oídos
porque jamás fui dado a la música
y tú cantabas pero no atinabas nunca
a los pinceles ni carbones ni collages
intercambiamos entonces
nuestras inutilidades
tú ante el micrófono cerrabas ambos ojos
regalabas
largas melodías de mis noventa difuntos
relampagueando desde el pop en sus falsettos
hasta el silencio de la flauta

Ese era nuestro claustro
y allí bebíamos la leche
y allí bebíamos infusiones de boldo y valeriana
sumergidos en cortina y doble almohada
mi mano izquierda en la firmeza
de tus tendones
las cáscaras de fruta en nuestros párpados
la euforia estática
zarandeádote
esos lunes a las seis de la mañana
que eran duros como eneros
bajo ese sol que en sus vapores nos tendía
cada verano
la misma trampa.

martes, 25 de diciembre de 2018

El gran reclamo


Dentro de los latidos y las cápsulas
las llamadas de auxilio en madrugada
esta ruta que he trazado en analgésicos
para trances propios y extraños
he cometido un solo
gran pecado:
atarme los brazos a entidades
inmunes al rescate a mano alzada
al RCP propio y al RCP extraño
amantes tan desasidas
e ignorantes
de los mecanismos para el sueño
y la convalecencia constructiva
como lo soy yo mismo

Hoy que se tuerce la balanza
los números en rojo laten
y el techo se agiganta
tengo bocarriba un solo
gran reclamo:
aunque esperé cada vez
salir de toda incursión
con las manos vacías por completo
he descubierto
aun sin aceptarlo
que hubiese sido bello
conservar algunos restos
de gratitud en sangre y proteína
entre los dedos.

(Si bien me voy satisfecho de no tener nada,
por momentos los brazos se me estiran en reflejo mudo cada vez que estoy echado, tal como lenguas que se vuelcan fuera de las bocas bajo la lluvia
                                                                                ansiosas por agua
                                                                     brindando un espectáculo
                                                                                     de vergüenza).

domingo, 23 de diciembre de 2018

Coloso


Lo que aquí
     tenemos
son los brazos de una cama sujetándose
a las mayólicas del piso como un Atlas
tendido con la boca entreabierta
                                  exhausto
                                  salivante
                        sobre la galaxia
porque todos
hasta el más romano de los dioses
                   alguna vez se cansan

Esos brazos aunque solo cuatro
                    me han encerrado
sin dejar siquiera el agujero de una lástima
para que alguien me alcance un plato
de lata con batidos de harinas y de azúcares
                            mientras las horas pasan
                            y entonces de los huesos
                                      le brotan al coloso
                                             unos barrotes

Son los árboles
más veloces
que alguna vez vi crecer
como en las cámaras
de algún cineasta obsesionado con el ciclo
                de las raíces las flores y las ramas

Las contracciones me alcanzan
nacen una y otra hija de mi cabeza
      tengo el cabello ensangrentado
cada una de mis nuevas descendientes
será presa de quien dio la toda la espalda  
                        por la Tierra y ahora yace
impasible en su momento de vendetta y relevancia
                           ensayando su labor de carcelero

Qué dolor de parietales
mientras yo sigo pariendo
y espero que alguna de ellas
       en su herencia genética
haya nacido con un plato de lata bajo el brazo
                                        aunque esté vacío
                                               por completo
pero que tenga el brillo de los metales limpios
                                                       y bellos.

Postdata: Se te ve tan feliz y bella posando junto al reno en el océano de las compras de diciembre. Tienes la batuta en esos ojos que ya no lloran. Tienes también al toro por las astas. Tu padre, tu madre y yo querremos conservar esta postal de vicario orgullo para siempre porque aunque ya sea muy tarde para cuerpos como los nuestros, tú recién comienzas. La historia no se repetirá contigo. Celebro que brilles, aunque no sin cierto egoísmo en la tristeza, aunque sí celebro que brilles.

jueves, 20 de diciembre de 2018

La lengua y las sienes



De aquella pineal embudo
Sumida en el teléfono
Malogrado que es la pista con sus huellas
Del esfuerzo
Por la reconstrucción de los helechos
Recuerdo el mirar hacia abajo
Mientras buscabas
Divertirme con anécdotas hermosas

Yo solo quería dominarte
Yo la boca
Con las manos
Yo las piernas
Con los dientes
Yo era tu Mil y una noches
Porque cuerda en vocales
Un ejército de tráquea te mordía
La lengua y las sienes

Relampagueaba en ti este mismo cáncer
Que a mí ya me robó tres cuartos
De la vida
En tus occipitales
Aglutinándote seseos en la boca

Convivían allí tras tus molares
1.El ser hermosa y breve
2.Tres personalidades
3.Cuatro fobias sin relación entre ellas
4.Rocanroles obsoletos incluso para mí
5.Las Pretty Little Liars
6.Los ensayos holísticos de tu padre
Y su horror a mis tatuajes
Me llamaba delincuente
Pero era mi cómplice
7.Tu madre siendo madre y lectora de ficciones
Algún cuentista ruso
Cuyo nombre tarareaba al escaparse
Sin avisar y con pareo a la piscina
Los ojos deambulando en la terraza
Ella me llamaba buen hombre que ama a mi hija
Pero era mi némesis

Las primeras palabras que dijiste
Ante mí
Vestida a solas
Soy hija única
Me gusta el rock sinfónico
A veces también las baladas
Pero solo cuando suenan como tambores

La primera pregunta que hiciste
Ante mí
Desnuda a solas
Siempre quise saber
Cómo es cuando te duermes
Dime ¿tú lo sabes?

Yo solo quería dominarte
Yo la boca
Con las manos
Yo las piernas
Con los dientes
Yo era tu Mil y una noches
Porque cuerda en vocales
Un séquito de tráquea te mordía
La lengua y las sienes.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Mi pavor al Sol


Asumo en pleno vuelo
valiéndome
del agua en estas nubes
en su poder maleable
la forma de algún ídolo sin alas
pero en mármol

En mi planear espasmo
mientras el carro de Sol Padre
retumba
y lanza coces
como un caballo en pánico
soy Faetón yendo en picada

Despierto en la cama
soy un preadolescente que trenza
los dedos tras la espalda
para que súbditos y madres no distingan
si soy el huérfano o el híbrido
o acaso el heredero.

martes, 18 de diciembre de 2018

Viendo pasar los días sin levantarnos de la cama


En esta habitación donde se exhala
más de lo que se absorbe
también es el sudor un río ancho
que sin ahogar nos baña
cruenta ribera en dos extremos que se vuelven
inalcanzables a las manos

Una fricción que tarda
lo que erosionan las corrientes fluviales
en los muros de lava sólida
ha venido hasta nosotros a quedarse
mar nuestro de rutina en opio
que dolerá sin duda el día que se vaya

Los bramidos no se ahogan con el agua
me tapas tú la boca
mientras alumbra en la cortina esta ciudad
que nos sepulta en pánico
carne de siempre dentro
no permitas que esta celda se nos abra.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Diáspora



Una floración inesperada
entre los remolinos del cabello
me trajo a Diáspora

Con las raíces azules de sus venas
durmiendo plácidas
sabía que en el hoyo de mi almohada
tendida y yedra
el sueño era un secuestro
sin sobresaltos
ni emergencias

El pisar en las mayólicas
tus plantas gélidas
la quietud en los tapones del oído
y el correr del agua
en una ducha a medio cuerpo
fueron sujetos todos
de una renuncia

Una exfoliación a mano alzada
sobre la capa roja de mis hierros
se llevó a Diáspora.

Pantallas y alimento



Nuestros diálogos rebotan en los cuencos de mis ojos
se repite cada sílaba y me aterra
no tener globos oculares
adentro
mi marcapasos
cae en síncopa
en las visitas coaccionadas a los meses
estos flashbacks
cuando tenía la casa en orden
cactus de floración lila en el alféizar
y el aroma a pino de las mayólicas
¡cómo olvidar esos domingos
despertando en el opiáceo de los súbitos gemidos
el televisor aún mostrando
las líneas de un arcoíris mudo!
era éste el reflector de nuestro sueño
pero tu voz aunque nasal y ya borrosa
tras una partida que causó solo dolor
lo que tarda oficialmente un duelo
no es hoy menos punzante
lluevo entonces bocarriba
el estruendo de este cuerpo
prisión en vela
mi marcapasos
porque llevo dos días
dos días
sin alimento ni medicinas
o un arcoíris de pantalla abandonada
por dos testigos sobrios
que al pulsar de la mañana amanecían tambaleándose
buscándose los muslos
jugando el ajedrez de los sonámbulos desnudos
sabiendo que a la muerte de cualquiera de nosotros
el otro quedaría en su retórica
ante un teclado sin la eñe
hilvanando estos reclamos en Verdana
que solo hacen las veces de una náusea
sobre los techos.

martes, 11 de diciembre de 2018

Cefalópodos


Una vez
mientras asidos
en la cueva
oímos el migrar de las palomas
o los pelícanos afuera 
(alguna forma alada en batallones)

Nos supimos tan ajenos a sus vuelos
nosotros
cefalópodos
que quisimos propulsarnos
hacia la superficie del zumbido
y la hecatombe

El hidrógeno en nuestros pulmones
se volvió tierra al contacto con el aire
(cuando sacamos las cabezas
fuera del agua)
y ensordecidos
ahogados
volvimos a trenzar los esternones

Te sentí escarificada
vuelta coral y endurecida en cada hombro
tus ojos no eran sino cáscaras
(los míos aún de carne)
sin aves ya que perseguir con el oído
yo te pedí perdón entonces

Jamás debí haber girado la cabeza
para mirar hacia atrás los aposentos
que en el agua
habíamos dejado
en el afán de ser testigos de criaturas
que volaban.