viernes, 21 de febrero de 2020

El beso de un Acuario


Incluso la más alta de las dudas
esconde una certeza
lo sé a raíz de graves episodios
en los que ni el retardo emocional congénito
que a ambos nos mata
pudo barrer bajo la alfombra estas montañas
de verdad seca


Hoy es viernes y he venido a despedirme
con el beso de un Acuario
ante las faldas de la misma cordillera
donde alguna vez dudaron
de mi palabra y mis actos

Sé que esta vez será la última
porque en los rostros que me auscultan
muy lejos de la paz de un cirujano
distingo el ademán de despedida
propio de quienes fuerzan una tregua
y yo que nací para la guerra
no tengo otro escenario:
me voy pero me quedo


Es lo que siempre hacemos
quienes nunca seremos bienvenidos


Me voy pero te beso y no recuerdo
cómo es que llegamos
tan lejos a pesar de ya estar muertos
antes de siquiera
soñar con un principio.