Huyendo en un cobarde agnosticismo
Te hiciste sal de mar para esconderte de los dioses
Honestamente
Me decepcionas
Porque pensé que darías más batalla
Se te agotaron la lanza y el escudo
El pecho de paloma
Y con la súplica en los labios agrietados
Le dijiste no a la vida
Como quien deja caer su cuerpo
En las aguas de un río donde mueren las cenizas
De los inmolados
Hoy
Me pregunto si de espaldas a todas las verdades
Eres feliz y me respondo:
La ignorancia de lo cierto es como ignorar la muerte
Así que el no saberlo
Te da una paz eterna
Ignorante
Radiante
Envidiable.