Las exhalaciones de la carne
y el vano testigo que es la Tierra
hoy se juntan donde pausas
la naturaleza entre tus dedos como un disco
así Hacedora salvas
el Asombro de mis ojos
con una pala
porque a nadie hemos jamás encomendado
la misión de escuchar el estallido de las piedras
que provocamos con el ansia
sino a nosotros mismos boca a boca
y nos vemos nuevamente encerrados
al bajar a las orillas en esta tormenta roja
en este girar de los andenes y las olas
el cuerpo entero de Natura que rodea nuestros cuerpos
hoy se agiganta y nos sepulta.
