Cada avance de mi carne
en pie de caracoles
tú lo cerrabas
y al embestirte en gotas
eras represa con arpones
eras hermosa al apagársete
la punta húmeda
de cada antorcha
Así indecisa una mañana
cincel caparazones
abriste el núcleo hacia los lados éxodo
dos mitades de un libro en lengua
muerta y parida de un solo encuadre
eras el amor delineado
al óleo rígido
de la cámara.