jueves, 22 de diciembre de 2022

En honor a todos mis muertos


En honor a todos mis muertos
Hoy seré rebautizado

He atravesado campos enteros de gangrena
Y nadie me dio las gracias

Sin ver jamás el agua de los ríos
Tuve fe en beberla
Pero todo alrededor me espanta
Desde que desperté esta mañana en el desierto
Perdido y alucinado
Soy un soldado sin armas

Tal como temo a los cielos sobre la arena
Al horizonte nublado
Temo al sacramento mismo
¿Porque acaso a pesar de todo no creo?
¿Porque no soy digno?

Araño la ventana en busca de aire respirable
Se me contraen los músculos
Apenas me puedo mover en este cuarto
Soy un gladiador sin brazos
¿Dónde está mi oasis?
No puedo respirar
¿Qué debo hacer?

En honor a todos mis muertos
Hoy seré rebautizado

Tendré un nuevo nombre y un nuevo caballo de batalla
Y seré finalmente otra persona
Aunque sea por un par de minutos.

jueves, 1 de diciembre de 2022

El jardín


Abriéndome paso entre las madreselvas

De tu jardín encuentro unas huellas en la tierra

Ya hace unos minutos que dejó de llover

Yo extraño por primera vez mi ciudad en el desierto

Persigo las huellas que huyen como niñas traviesas

Acelero mi paso hasta llegar a tu puerta

Soy un forastero sediento

Allí recibes tú a todo aquel que toque

Aquel portón metálico que separa tu jardín

Del cemento

"Cómo llegaste aquí" es tu pregunta

Yo mismo no lo sé

Pareciera que el sueño se abrió como la cáscara de un huevo

Y ahí empezó con brío esta jornada de escapismo

Me acoges en tu casa

Soy un bebé hambriento

Ni todos los consuelos del mundo me alcanzan

No quiero pensar ni caminar más de la cuenta

Solo espero que me cuides mientras cantas entre dientes

Alguna balada azul marino

El color de tus rosas diseñadas a pura tinta

Llega la hora de dormir

Amaneceré entonces besándote el ombligo

Ardiendo en las sienes y en la boca

Jamás una fiebre fue tan calurosa

Yo tengo margaritas en el pelo

Tú me dices algo sobre los antiguos griegos

Que yo apenas escucho porque el sueño me gana

He venido a tu casa a perturbar la calma

Pero tú

Me has abierto las puertas y hoy declaras

Tu amor por la súbita compañía

De un cazador herido

Que siempre mató a las aves por costumbre

Con una carabina heredada del abuelo

Entonces

Con la dulzura de una madre te acurrucas

"No dejaré la casa hoy para nada"

Y son ya las once de la mañana

Y veo crecer en ti la hierba

El tiempo se acelera y eres ahora una estrella de flores

De esas fugaces a las que los desesperados

Pedimos deseos secretos.