mientras ella a distancia aún saludable
se hacía palomas
a babor yo me tragaba las espuelas
y así llegaba
su puerta blanca
¡cuánto polvo de mar levanta el viento!
esas siete de la tarde algún domingocuando las voces a lo lejos se callaban
mitad escualos mitad humanas
a nuestra casa no he llegado
victorioso ni tendido en el escudo
a tu cuerpo
mis aves mensajeras de pelea
has tomado entre tus manos
a este paciente en su gangrena
esperanzada en que tus juegos de cuidados
y vestidos
me curarán la sarna
he escogido entre estas andas amuletos
velas y órbita
para una estrella.