Una vez que las semillas
se deshacen en la boca
tú eres Estibaliz
en los campos y mares
de todas las naciones que somos
Como andas siempre en el agua
con los tobillos envueltos
en algas
nuestras rutinas son barro
cuando se juntan
*echamos a volar islas*
Entre el verde que llena el mar
y aquel que cubre la tierra
soy tu mano de obra anfibia
no hay día de reposo
para este siervo.
Aquí es donde comienza
a hacerse sólido
lo que antes fue membrana
y el sujeto
como tal
se desmorona
Aceptamos ser colmena
No caerá de rodillas
lo que jamás estuvo
parado por sí mismo
ni tuvo cuerpo o habla
para volverse leche
o sarna.
Teníamos ganas
inmensas
de hacer arcos
con los dedos
éramos niños
pequeños iris
citándose a las cinco
de la tarde
en una mesa
con témperas y dulces
bajo el brazo
pintamos
sobre el lienzo
medio a ciegas
las facciones
de un ser andante
que ahora
mueve montañas
con los párpados.
A la partida del barco
los antebrazos femeninos flamean
sin portar bandera alguna
los símbolos nunca marcan las sienes
las bocas ni los pechos
de las madonnas en velo y bálsamos nocturnos
para exfoliar los rostros a sabiendas de helados
amaneceres en la playa de las rocas bajo cero
allí donde sin patria y en lanzas empotradas
amores de sudor y barbas que rasposas
se hacen parte inseparable de los besos
retornarán tal vez diezmados en sus filas
primero muertos que vencidos
sobre el escudo fulminados y en las bocas el alivio
de no haber peleado en vano la masacre
estos varones
sino por el deber de una vendetta
a toda luz puberta
y sin embargo eterna como el ciclo
de sangre y desarrollo por milenios de una inercia
voraz en genitales y en los puños
sagrada en parietales y en los sueños.
Si todas
las circunstancias
se apilan de abanico y punzan
mi sien con la firmeza del asfalto
soy todo oídos
aunque sea lo último
que espero lograr en el proceso
o lo que jamás desearía
para algún antagonista que merezca
realmente el saturar de los sentidos
Me plazco
de callar ante aluviones de semáforos
volúmenes enteros
que el fuego vuelve Alejandrías
conteniendo el decibel la náusea y piedras
que a su paso
arroja este dragón echando baba
por los ojos
sacudiéndose las vísceras y el asco
contra mi pecho
Una vez que se ha marchado
de mí
yo estoy
aparentemente intacto
sobre la sábana el teclado va a mis brazos
(sabe que no puedo ya moverme)
no existe el arte en estas letras sino un pliego
de reclamos
son tantos los sujetos predicados y figuras
que no caben completos
La misión es desarticularlos
entonces tengo
que cortar
en tiras como carne de pez recién abierto
hacer que se dibujen en cada pieza rota
encajando
que agraden al oído
para atenuar la estela
de fracturas y tumores que a su paso
mi dragón deja.
04:57 am
A solas voy tendido despertando
bocabajo con el rostro entumecido
no puedo sentir ya mis dientes
05:13 am
hacia los rieles en vorágine dirijo
entonces un ojo medio abierto
sorprendo a los fierros copulando
óxidos de vergüenza reculan y se tapan
porque están desnudos
y soy el único padre que conocen
desde su concepción al rojo vivo en la caldera
siguen así en la fricción que los induce
a sentirse más grandes de lo que son
-acaso menos metal y más humanos-
mientras ésta erosiona
sus osamentas de lata
hasta hacerlos
muy
pequeños
(pronto el padre hará papel plateado de ellos)
06:02 am
recuerdo Sus palabras como muelas del juicio:
"¡Si necesitas ayuda solo grítalo!"
no
yo jamás voy a extenderte mis brazos
así me hayas ofrecido tus muslos
para adormecer en estos mi cráneo
con la leche materna
que amamanto de las yemas de tus dedos
y tus palmas
(éste es mi insomnio en su patio solar de cárcel)
06:34 am
se alarga el infierno
una rueda metálica timón de barco
desde el costado izquierdo me calla
soplándome a cambio con su aliento el paliativo
que es sangre arrojada
por las hélices
me baña hasta pintar de rojo y de blanco
esta carne que me atrapa cuando vuelo
te pediría ayuda si no fuese
tan obstinado
07:18 am
(no conozco bálsamos más efectivos)
cuerpo de alambres en columna y roca
eres perfecto como pararrayos
aunque tan ineficaz en los vaivenes
de la rutina por las horas y los flancos
descubiertos ante los viajantes
seres extraños
de rostros tan fijos como neutros
(así es que 01.los dibujo y 02.los oleo)
girando aún la rueda timón de barco
(mis párpados cerrados)
esta vez ya lesionándome es un péndulo
ya duele
ya nadie comprende los efectos
de las aspas de molino contra un hombre pararrayos
cuando no hay en casa sueño
ni comida y sí existe
en cambio
una salida decente y justa
digna
hacia el jardín que siempre observo tras el vidrio
allá donde me tiendes
jirones de guirnaldas con geranios
fresas saliva quinua
titanio para mis huesos
no
yo nunca podré aceptarlo
porque es inútil.
