Qué poco ha transcurrido
aunque para seres como nosotros
los segundos sean brasas elásticas
Con la carne hecha erupción y los estrógenos
transparentes en la vena amoratada
insolación de inviernos en la casa
veraz pequeña hambrienta y empinada
tus horrores al glaciar en el asombro
que se derriten y gotean son mi savia
al abrazar tu tronco
Serías
naturaleza muerta
de no ser porque los brotes te erupcionan
tomas vuelo color y forma
cada mañana de garrote te sujetas
fiebre neuralgia esguince
incluso maniatada en pies y manos
sin oxígeno ni hidrógeno en la boca
solo flemas
aun así te levantas
y andas.