Esperando a Maitreya
Mientras los animales
Condenados a la eterna desnudez
Sin vergüenza te acechaban
Tras la mampara
Eran bestias enormes y hambrientas
Carnívoras que a sangre y piedra
Habían pintado de rojo los maizales
Así colmillo a lengua rugían a la Luna
Mientras las estrellas se apagaban del terror
Y tú
Gran amante de los bosques con sus nubes y sus bestias
Mirabas tras el vidrio
Cuando nos empezó a golpear el hambre
Nos aventuramos
A correr hasta el mercado
Allá donde abundaban la carne
La fruta y los tábanos
Nos persiguieron dos bestias colosales
Mostrando sus colmillos
Solo uno de los dos
Llegó a la meta.