Hija del sudor entre las luces de las siete
Te espero aquí sentado en una banca de cemento
La urgencia
Me paraliza todo
Quiero que antes de tocarme
Aprendas a distinguir entre los vivos y los muertos
Porque hoy
Soy un arbusto más en este parque
Nadie me ha regado
Soy un cuerpo cubierto de flores rosadas que aletean
Y apareces entre las primeras figuras
Que dibujan la luz y la sombra sobre el camino de piedras
No estás dispuesta a aprender nada
Hija de las nieves has venido a consolarme
Porque en tu pecho has sabido procesar el infortunio
Y convertirlo en luz para curarnos cada noche
Las cicatrices secas y convertirlas
En piel fresca
Hija de los sueños hoy te canto
Desde mi banca de cemento
En silencio y con los párpados cayendo.