Algunas tardes
Son planas como el sueño ininterrumpido de los hombres
No existen la estrella parpadeante ni el aullido de los lobos
Pero es así que preferimos hundirnos
En esta suerte de naturaleza muerta
Para olvidarlo todo
Ya desde que pisas la escalera y oigo tus pasos
Sé que nada en este día podrá cubrirlo de horrores
Como el insomnio
La fiebre malta
La fiebre de heno
Porque estamos a punto de romper todas las leyes
De la física en nuestros corazones
Y el agua sigue fluyendo
Y las gotas de garúa siguen golpeando
Tan dulces en tu cara
Yo te digo entonces bienvenida a la noche juntos
Nos uniremos en un beso en la habitación desordenada
Acá sigo esperando por el mar que en ti ruge
Y volaremos ambos por sobre encima del agua
Que nos ha sido cedida entre las manos
Para soñar hoy día
Para soñar mañana
Hace veinte años te hubiese dicho
Que hurguemos en los porqués
Hoy prefiero quedarme con el misterio
Con aquel placer que solo da
La absoluta ignorancia.