Después de azotarnos por siete semanas
llegó la tempestad
al Gólgota
Dejó en la orilla una silueta
patrón que se repite a lo largo de la costa
Estas figuras las trazaron sin quererlo
quienes se marcharon agitando las aletas
sin haberse despedido de la madre
Ágora de presencias fugaces
y costillas de hierro
cuánto quisiera en tus arcos ardiendo
contraer la existencia a un solo punto
después de beber temporales
pues no solo se ahoga la vida
sino el goce de vivirla jadeando
apuntando a borrar huellas
donde alguna vez posamos
los dos pies juntos.