jueves, 19 de diciembre de 2019

Tu propio testimonio


Podría acariciarte
trayendo bellas y falsas premoniciones
a nuestro imaginario
y éstas -debes saberlo bien-
serán siempre innecesarias
pues solo tienen luz verde
al lado de todas las dulces
-y también de las amargas-
formas de mentira
que usamos al escribir
en busca de una estética
capaz de dormirnos despiertos

La sonrisa más niña
-gesto hoy mío que nació escoltándote-
se manifestó en tu cara
a través del papel térmico impreso
y en las pantallas
al mirarte:

tras el frío de la crema
tu forma humana cobrando solidez
eres la consecuencia del diseño
la labor la buena fe y amor concreto
mi único orgullo
la aislada esperanza de quien no sabe esperar

Toda palabra mía
será siempre más pequeña que tu propio testimonio.