"Estuve en el infierno e hice una promesa:
cuando salga, regresaré y sacaré a otros de aquí".
(Marsha Linehan).
Ando lamiendo el rastro de una baba
no sé quién la dejó sobre mi boca
he vuelto de correr y con las aves martillando
tediosas aleluyas madrugadas a capela
quiero matarlas a pedradas
el vello de mi pecho arremolina
lamidas que se extinguen como muertas las estrellas
cuando siguen dando luz como gigantes prometeas
tengo una rosa
en el cabello
yo solo quiero un abrazar de buenas noches
pero me brilla esta baba entre las púas
se seca en antebrazos que no puedo
tatuar por el pavor a que los muerdan en las aulas
corbatas de mishima allá donde el pecado
menstrúa cada abrazo de la paz / cada butaca
por el pasillo hacia las hostias y son filas de ismaeles
alegres cervatillos en la paz de una montaña
donde todo se perdona con podéis ir a la casa
pero padre yo no tengo
índices
para aquellas piedades básicas
que según algunas voces me merezco.