Dormido pero en tacto con el piso y los paneles
es hora de ir por agua
y cuando ya es muy tarde y las tiendas de mi parque
están todas cerradas
dos llantas son los ganchos de mi Hámmelin
llevando mi columna que nunca dejó el sueño
por calles que son mías pero jamás recuerdo
la voz del GPS en su cantábrico arrullarse
quinientos metros más y hay que doblar hacia la izquierda
salir de la rotonda salir de la rotonda
yo creo que hay más luces amarillas y naranjas
señal de que la pista se termina
entonces mi celda de clásico usurero
vuelvo a apiñarme
de boca a la pantalla con su empolvar de días
será semanas meses años o decenios
¿o nunca la he encendido?
Espero
mientras el cabello
se derrama en la almohada
y la lumbalgia embiste
encierro entre las piernas la curva de una sábana
espero
sigo esperando y sueño
(y aprieto en este anhelo los párpados)
con perder la conciencia hasta otro día
que no será un mañana
porque lo sé:
en este estado
un mañana
no es otra cosa
que la réplica exacta de un hoy.