Bienvenida ahora que arrastras tus pasos
de puro agotamiento tras los míos
y te tiemblan los dientes
Es reveladora la forma
en que la unión de nuestros mutuos leviatanes
se junta en drenaje como un niño vigía
Quédate muy quieta ahora que ignoras
pues ya vendrá ocasión de conocernos
cuando nos estrujemos en molar de despedida
*Nuestra cortina roja
continúa aleteando
despierta en su abertura tu vergüenza*
Volveremos a esta cuenca en el desove
hasta pintarla de no apta
para otras vidas
Sobre esta parcela hincada por la vara
de la mendicidad y medicina
vamos a remedar aquella vida
que hubiésemos tenido
de no ser por nuestras múltiples filas
de colmillos lenguas y mandíbulas.