Arrastro la armadura / aunque ya nada tiembla hoy
es mi rutina el cuidarme del vórtice y las réplicas
porque que a pesar de mi ceguera:
puedo ver / vaticinar / controlar ciertos peligros
que en su momento nacerán
del lecho marino y las placas litosféricas
Todas las imposiciones de manos
correspondidas o no sobre este suelo
me dejaron coronar memorias con tiaras
máscaras pico de ave / escafandras / cubrebocas
grabando así los rostros a través de eras tan rúbricas
como la de reyes púberes en sangre
y veteranos por rigor de Dios Padre y la endogamia
Hoy ya no corono
sino el saludo mientras planto estos arbustos
sobre la tierra negra / humus revolviéndose
circulan entusiastas transeúntes
levantando un solo brazo
pensando en mí tal vez como quien suda
para salvarle un óvulo a la jungla
cuando solo quiero un muro
capaz de contener aquellas olas
que a sus mansas espaldas se agigantan.