lunes, 10 de junio de 2019

Hoz de Galatea


La incisura te abre apenas una boca
me tragas
pico de ángel marino una cantora de las piedras
me aprietas
hilando con los pechos encremados
y las piernas
esperas como aguardan los errados
de todas las ciencias
a que las placas de la Tierra los derroquen

Pero tú
hincada en el itsmo jamás hierras
me abordas y pateas
el tablero
te acomodas
sobre mis muslos
las costuras de la carne se nos atan
nos lamemos
el vello corporal con la lengua en sal de maras
te encajas en mis dedos y te doblas
logras que eyacule toda la tarde

He errado hoy a sabiendas
de esta ruta que es la tumba
de los faetones
lo supe al escogerte
y pontifico
apretando tu cabeza entre mis manos
amada mía
que si bien nosotros ansiamos
perfección cada brazada
son solo las pérdidas
las que terminan anclándonos

En tus aletas
jamás busqué una amohada
pongámonos de pie aunque los cuellos
los genitales los huesos del pómulo
hayan encontrado el analgésico perfecto
y no quieran moverse

Dejemos que la alquimia continúe segregando
vamos a señalar con pañuelos de la casa
(o ropa de verano que ya no usemos)
cada embarcación varada
y desde nuestra azotea
riámonos muy fuerte
de aquellos que
no pudieron
lograrlo.