En la pista
escombros
y solo de profundo aburrimiento
pondremos a correr unas palomas
de aquellas pardas en las plumas y los picos
estas costas de una iglesia donde el hambre
las pinta de hombres
con todos sus filtros
les llenará los pechos
ya desprovistas del escape a terror puro
que hace posible el privilegio de las alas
sabrán lo que es vivir entre la espada
y estas paredes de roca
que al humano
protegen
encerrándolo.