domingo, 13 de mayo de 2018

La pálida durmiente

Y
de pronto
ya no eras frente a mí
ni la pálida durmiente
ni un pilar aún en brote
ese día nos miramos
y jugamos a aguantar
a quién le ardía más
a quién le ardía primero
coincidimos en umbral
y una fracción de guiños
nos dejó vernos de frente
ni el marinero alto
ni la pálida durmiente
por fin las sílabas tónicas
de tu nombre y de mi nombre
se volvieron ruido blanco
por fin estos dos cuerpos
de la pálida y el alto
conservaron el color
al desnudarse
y
de pronto
dejamos de ser extraños.